Palabras para un «pulso vital»
la respiración el pulso
un latido sentirnos cerca
llevar en el cuerpo el peso de un recuerdo darle volumen al amor
a una idea o a un deseo
A lo largo del tiempo diversas culturas han explorado el concepto de Ouroboros para hacer alusión a la naturaleza cíclica de las cosas: la vida, la muerte, el renacimiento y la idea del paso del tiempo. Representado de forma circular a través de la imagen de un dragón o una serpiente que se comen la cola, esta idea simboliza la continuidad de la vida. Las cosas no desaparecen sino que de alguna forma cambian eterna y continuamente. Los ciclos siempre vuelven a empezar. Los días, las estaciones, los años, delinean una forma que puede leerse desde varios ángulos.
El círculo es la idea de algo que vuelve, conecta y reconecta.
Pulso Vital es un ensayo visual de la artista Laura Lis Peña Castillo, que propone un recorrido por su obra a través de una temporalidad que se retroalimenta: para Laura el cierre o la idea de fin siempre es un comienzo, una nueva oportunidad de crear otros lenguajes. En este camino, obra y vida están íntimamente imbricadas en un sistema de relaciones que se nutren mutuamente, los amores, el curso vital, el paso del tiempo, el cuerpo en ese proceso, los estados de ánimo, los sentires y las emociones.
A modo celebratorio Pulso Vital es una suerte de ofrenda, un cúmulo de piezas de distintos momentos que Laura comparte con el fin de abrir sus procesos creativos y exhibir un largo recorrido de trabajo y exploración. Es que la instancia del ensayo y la prueba son esenciales en su trabajo, cada paso, cada intento conforman una narrativa: la del trabajo cuidado y la del tiempo atento que incluye no solo una destreza técnica si no la suma de otros aspectos sensibles.
Desde 2015 Laura se dedica de forma experimental a la joyería como medio creativo para el desarrollo de su obra. Desde la búsqueda de materiales, el trabajo con la forma, y una minuciosa lectura sobre movimientos y vanguardias artísticas, Laura ensambla estos registros y crea Asimétrica, una colección de joyas inspirada en el arte concreto cubano.
A partir de aquí comienza un viaje que avanza en el estudio de las formas, siempre integrando la experiencia de vida y entrenando la mirada. Una mirada dispuesta a estudiar la forma del cuerpo, a pensar en las piezas como pequeñas esculturas que lo intervienen, que lo imitan y que lo exploran. Para Laura el cuerpo es un paisaje, desde allí crea piezas que son pequeños amuletos, reliquias que protegen, que contienen y que guardan el peso simbólico de historias y secretos personales.
Pulso Vital presenta un conjunto de obras que ponen de manifiesto estas búsquedas y trazan un recorrido que incluye el trabajo de distintas etapas: bocetos preparatorios, notas, piezas escultóricas para el cuerpo, proyecciones y una serie de esculturas resultado de las últimas exploraciones de Laura. Reunidas aquí, generan un relato en donde no hay piezas acabadas y otras en proceso, sino que juntas son un fluir de tiempos que se enlazan, que avanzan, que a veces necesitan retroceder pero que siempre mantienen el ritmo de una vida en movimiento.

Números de vida es el epicentro de la muestra, una escultura bañada en oro que plantea un recorrido circular a través del tiempo de vida de la propia artista. La pieza contiene una serie de números que responden a fechas-hitos importantes en la vida de Laura y eventualmente de cualquier persona que porte la pieza en su versión de collar. Son números que nos marcan, que marcaron nuestra historia y que construyen una narrativa. Las historias no se revelan, el collar es un secreto, un tesoro personal que sobre el cuerpo de quien lo porta cobra sentido. Un sentido casi ritual, una conmemoración, una celebración o una forma de recordar.
Desde aquí, se puede avanzar y retroceder en el tiempo.
Hacia atrás Votiva, una colección surgida en 2019. Dibujos, ideas y notas se fusionan con piezas de joyería. De la idea a la materia. El accesorio para cuerpo y el cuerpo en el accesorio. Esta serie comienza a manifestar una entidad propia e intensifica su sentido luego del confinamiento. Un cuerpo de obra potente que excede los límites de la joyería y se expande al registro escultórico.
La experiencia moldea la vida, los nacimientos, la muerte, las enfermedades, los momentos de caída y la fuerza con la que nos levantamos y empezamos de nuevo. Votiva habla de la fortaleza en la fragilidad, en el corazón, los ovarios, el cerebro, los senos, los testículos.

Cada órgano, cada parte vital de nuestro cuerpo es representada por Laura en estas piezas que hablan del amor, de la fuerza y sobre todo de la fe, de creer y confiar en el camino propio, el de aprender a generar los marcos para el desarrollo de nuestras vidas. Estas piezas abren un canal de diálogo y empatía, en donde todas podamos identificarnos.
Votiva es una historia que se sigue escribiendo, que se expande porque el material sensible que la sostiene es tan potente que necesita otros medios, otra escala y sobre todo otra circulación. Hacia adelante, Laura nos comparte una proyección al futuro en la idea de ampliar la escala de las piezas e integrarlas definitivamente al paisaje natural. Del paisaje del cuerpo al paisaje de la naturaleza. La palabra, el dibujo y el movimiento en un video que proyecta la expansión.
Vincularse con el arte es establecer otra relación con el tiempo. Esos ciclos vitales signados por la demanda de lo rápido, la exigencia en dar respuesta, en ser productivas, fértiles, eficientes, y jóvenes, se diluyen cuando irrumpe la lógica del arte. Ahí el tiempo marca otro ritmo, el del deseo, el de la conexión y sobre todo el de la posibilidad de abrir nuevos universos y seguir explorando esta idea circular que permite empezar de nuevo las veces que sea necesario.
María Alejandra Gatti (Buenos Aires, 1981) Curadora, escritora y editora independiente. Vive y trabaja entre Buenos Aires, Madrid y Oslo.